Con motivo de la magnífica exposición retrospectiva «Manifiesto» que el Festival PHE dedicó al maestro William Klein, en la Fundación Telefónica, asistí como una fan enloquecida a la firma de libros que tuvo lugar el 8 de junio en el Jardín Botánico de Madrid. Tras hacer cola un rato, llegó mi turno. Ya me había dado cuenta que estaba cansado y no hacía caso a nadie, y entendí que era un compromiso adquirido con la organización que no le entusiasmaba realizar. Así que puse mi libro en la mesa, dispuesta a no dar la lata. Pero cuando me di cuenta que su traductora no le estaba traduciendo al inglés sino al francés me dije «ésta es la mía». Y con un francés básico, pero bien pronunciado (gracias a mi herencia familiar), le agradecí su presencia, su obra, su mirada y su actitud tan divertida ante la fotografía. En ese momento se le iluminó la cara, levantó los ojos del libro y me regaló esa preciosa sonrisa que mi chico, con destreza, supo captar con la cámara de su móvil. Fue un momento mágico. Un grande entre los grandes!
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